15.11.07

15 de noviembre

Me despierto, enroscada en el edredón, y soy consciente de que podría abrir los ojos, pero realmente no me apetece, apago el despertador a tientas, como cada mañana, sabiendo que dentro de cinco minutos volverá a sonar, y yo volveré a apagarlo y a darme la vuelta y todo se repetirá durante al menos 20 minutos. He tenido de nuevo pesadillas, se está convirtiendo en algo habitual, no son pesadillas extremadamente violentas, pero tampoco son sueños agradables. Son sueños que me hablan de situaciones en las que no se si me gustaría encontrarme y en las que se exactamente como actuaría. Negando lo que quiero hacer, y haciendo lo que debo hacer por lógica, siguiendo la razón y las normas de ciudadanía. Al despertar, me encuentro en ese momento único del día en el que puedo estar conmigo misma y en el que tengo la libertad de fantasear en mi cabeza con lo que necesitaría hacer.
Anoche estuve viendo la película Tierra, totalmente recomendable, mejor dicho, imprescindible, y he vuelto a sentir, como tantas veces, que necesito un poco de aire. Hace tiempo que lo llevo diciendo, que necesito que me de el sol, que necesito salir de excursión, pero nadie me hace caso. En realidad me encantaría ir sola, escaparme cualquier día y tumbarme en cualquier bosque, pero ya no quedan refugios en los que encontrar un poco de paz, todo está atiborrado de gente por todos sitios. Me encantaría que fuese verano, después de dos años sin verano hecho de menos desmesuradamente unos cuantos meses de calor. Me encantaría que fuese una tarde de verano y tumbarme en la arena de una playa solitaria, tumbarme desnuda y bañarme en una de esas playas cristalinas en las que te rodean los peces, parece mentira pero en Murcia aún hay sitios donde esas cosas me pasan, en días calmados cuando no hay mucha gente en la playa. Me gustaría estar sola y no tener la sensación de que no estoy cumpliendo con mi obligación, que debería estar en el trabajo, que me falta tiempo y lo estoy perdiendo. Evadirme de la constante sensación de que no soy una buena hija, ni una buena hermana, ni una buena novia ni una buena amiga.
Me siento agotada, y realmente no es que trabaje demasiado, sinceramente se pasan los días y no me cunde en el trabajo, pero me siento bloqueada.
Me gustaría poder dejar de protestar, porque me paso la vida metiéndome en la vida de todo el mundo y diciéndoles lo que deben de hacer, me gustaría no necesitar estar siempre requiriendo la atención de los demás, ser un poco más autosuficiente, no echar tanto de menos a las personas que me importan. Me gustaría, al menos, saber que es lo que no quiero, porque aunque nunca supe realmente lo que quise, casi siempre tuve claro lo que no quería, y ahora ni tan siquiera esa parte la tengo clara.
Me gustaría que acabara esta sensación constante de que no tengo el control sobre mi vida y de intentar controlar cosas que no son controlables.
También me gustaría poder disponer de esa ventana donde poder asomarme a saber que pasa por tu cabeza, como tú la tienes para asomarte a la mía, para sentirme un poco menos vulnerable frente a esta desigualdad de condiciones. ..
Pero lo que más me gustaría sería tener la certeza de que estas sensaciones un día van a desaparecer y no van a volver, y voy a poder ser como esa gente normal que pasea por la calle, que parece que tienen una vida perfecta y son felices...lo son, verdad?

1 comentario:

Carl@ dijo...

Todos tenemos momentos de bajon, pero no te dejes caer, porque la recuperacion solo depende de vos.
No puedo ayudarte mucho por que solo se lo que ocurrio con tus sobrinitos, pero si tenes ganas de charlar un rato te dejo mi mail.
carlawilt@gmail.com
Aunque sea si tenes ganas de desahogarte un poco.
Un cariño, un abrazo y un beso muy grande
:)