5.12.06

Tíentame a tientas...


Casi había olvidado la dulzura de que alguien cubra tus ojos y te lleve a descubrir algo desconocido. Es genial sentirse, por un lado, indefenso, estas en las manos de otra persona, inseguro ante su capacidad de guiarte, porque piensas que en cualquier momento tropezarás con una peldaño que el otro no ha visto, y a la vez protegido, porque alguien pone toda su ilusión en compartir algo contigo, y lo mejor de todo es… ¿y que será?, la incertidumbre que solo dura unos segundos se puede hacer eterna, pasan mil imágenes por tu cabeza, y ninguna llega a parecerse en lo más remoto a la realidad que se esconde al otro lado de la mano que te cubre los ojos. Al final lo pequeño que sea se crece, porque por muy bonito que pudiera ser, ya se ha convertido previamente en un momento tremendamente especial. Porque, ¿a quien no le gustan las sopresas?
Gracias!!!

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