25.5.07

Caminar con zapatos nuevos








¡Tengo zapatos nuevos! Eso está muy bien, pero los primeros días siempre cuesta caminar con ellos, hasta que les damos forma y nos olvidamos de que los llevamos puestos.
Algo así es lo que me pasa a mí esta semana, “ando” en periodo de adaptación a situaciones nuevas, ¿y qué tal me ha ido la semana?
Pues esta siendo una combinación de sensaciones totalmente contrapuestas. Por un lado, está siendo una de esas semanas en las que pasa un poco de todo y todo muy bueno, y por otro lado está siendo dura y triste.
Hace exactamente una semana tuvimos la presentación del nº 2 de la revista Pa`ciencia, en la que colaboro un poquito pequeño, hubo una mesa redonda sobre cambio climático y desertificación, que fue buenísima y me gustó mucho estar presente, porque el año pasado estaba en England y me lo perdí de lleno. Lo poco que hago se vio injustamente destacado en esa presentación, porque lo poco que yo escribo se leyó integro, mientras que no se leyó casi nada del resto. Soy una mimada suertuda, no puedo negarlo.
El sábado nos fuimos al Concierto de Carliños Brown, previa cena, eso sí, y quitando las homilías de la primera hora de concierto entre canción y canción, el resto la verdad es que fue brutal, lo pasamos genial! Y así toda la semana, domingo completito de descanso, reajustes y conversaciones enriquecedoras y transcendentales con Carlos, el lunes de escapadita por tiendas con la Cris, el martes estuve haciéndole una flosrecilla a Samuelito, el miércoles además de una escapadita muy dulce con Carlos, Miguel me llevó de paseo a buscar unos nuevos zapatos para el viaje y después me invitó a degustar su delicioso solomillo a las 7 pimientas checas y me sorprendió una vez más, no solo porque sepa cocinar, sino porque a veces me sorprende debajo de esa gran armadura tras la que se empeña en ocultarlo, lo muchísimo que me quiere (me too, my sweet!), hoy Raquel a pocas y me vuelve loca con todas las cosas que quiere que haga a última hora del día, pero me mima mucho, y mañana comidita con Isa, Dora, Carmen y Antonia, y después superbalneario y más después salidita al Murcia Tres Culturas de ¿concierto? con el recién llegado Ger, que me va a contar todas las novedades, y pasado se me casa Manolico, y nos vamos de fiestuki!, y el domingo playa, y el lunes he quedado con Barbara, que me va llevar de supercena. ¿y entonces, de que me quejo?
Pues de que nada más llegar a la cuarta, giro la cabeza a la izquierda del pasillo, como es habitual, y pienso ¿para qué? Y porque llevo ya casi dos semanas sin dormir a pierna suelta, por lo que sea, que no lo sé (¿PAF, Ger, Colchester, Hugo…?), y poco más, la verdad, poco más.
Entonces, la verdad es que ni que decir tiene que no me he sentido sola, ni aburrida, ni nada de eso, sino al contrario, muy afortunada, pero en el fondo, ¡como se nota el hueco que has dejado!
Y lo que más me fastidia es que me doy cuenta que soy una pesimista, porque a pesar de todo lo bueno que tengo a mi alrededor me empeño en ver la botella medio vacía, pero no hay más que leer arriba para demostrarme a mí misma que no.
Y cómo me gustaría ser más bajita aún (Ese aún va por Pepe, jejeje):
“Yo soy optimista por naturaleza, porque soy bajo de estatura. La gente baja tiende a ser optimista porque solo puede ver la parte de la botella que está llena y no llega a ver la parte vacía…” T.L.Friedman

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