4.4.07

Las soledades del Camaleón


Algunos pueden pensar que mi vida es efímera y desafortunada, yo creo q no, aunque he de reconocer q es demasiado corta.
Soy una gota de sudor cristalino y salado humor de tu cuerpo. Nací una madrugada azul de febrero y pienso disfrutar de tu compañía hasta el alba.

Mis primeros pasos los di en tu sien, cerca del cabello, y la verdad, desde aquí arriba me siento el amo del mundo, tu cuerpo y todo lo que ello conlleva, tu cuerpo desnudo, suave, rotundo, la luna nos mira a través de la ventana y yo me dejo resbalar con fingida pereza, suavemente fluyo acariciándote la mejilla, dejando tras de ti un sendero húmedo y salado.


Y casi rozo la comisura de tus labios…, vendería mi alma al diablo por tocarlos, pero no tengo alma, tan solo soy una gota de sudor...


Te hago cosquillas en el cuello, se que eso te agrada, avanzo por el valle que forman tus senos, tibios y desafiantes, y cabalgo feliz por tu vientre, hasta llegar al ombligo. Debería quedarme allí cómodamente instalado, pero el afán de descubrir desconocidas maravillas me hace seguir explorando. Bueno, por eso y por las leyes de Newton.
Creo que he tenido mucha suerte, podría haber nacido en la axila de un legionario haciendo la instrucción en Melilla, en pleno agosto, pero estoy contigo y eso no me lo podrá quitar nadie, ni la muerte por evaporación borrará de mí tu recuerdo.
A veces envidio un poco a mis parientes, las gotas de agua, ellas son libres y vuelan alborozadas, cortando el aire, no están sujetas a nada, solo a las leyes de Newton, pero están frías y caen al vacío, mueren solas en la acera mojada, en la fosa común de un charco, que se jodan!…
Yo prefiero estar contigo, sigo mi camino, el fin se acerca, termino de resbalar cintura abajo, no quisiera seguir bajando porque se lo que se avecina, nuestro tiempo se acaba, intento aferrarme a ti. Si tuviera dientes mordería tu piel, si tuviera voz gritaría tu nombre al viento, pero no tengo nada de eso, solo soy una gota de sudor.
Finalmente, caigo al vacío, es muy desagradable, pero tiene q ser así, Newton me ha jugado una mala pasada, muero contra el suelo de la habitación, así de simple, sin duelo ni mis primas las lagrimas, mi vida ha sido corta, pero infinitamente más intensa que la de James Dean, pero tan solo soy una gota de sudor, en fin, lo era.

Extraído del programa de radio “Las Soledades del Camaleón”


Hace años me enamoré de la voz que leía estas líneas por la radio actividad universitaria. ¿Qué raro, no? Debo de ser la persona más enamoradiza del universo, capaz de enamorarse de un olor, de una mirada, y hasta de una voz!
Pensé que la mejor forma de enamorar a un poeta sería leyéndole poesía, y no me salió tan mal, porque conseguí una invitación formal a su programa. Y fui, y nos conocimos, y me di cuenta de que los camaleones cambian mucho la piel según la situación, y que chasco! Dios mío, ¿Cómo puede reducirse a cenizas un Dios con solo abrir la boca?
La verdad es que nos llevamos una decepción tan tremenda que ni siquiera volvimos a quedar, a mí me pareció un autentico pedante, y supongo que yo a él le parecí demasiado criaja.
Pero hace dos días rescaté de debajo de una montaña de polvo las cintas que grabé de su programa, y que queréis que os diga, el chaval será como quiera, pero no he escuchado un programa de radio mejor en toda mi vida! Y me entró la morriña, por escribir, por hacer radio, por esas combinaciones de Serrat, Sabina y Extremoduro, y por programas de esos que te mantienen en vilo hasta las 3 de la mañana, aunque al día siguiente tuvieses prácticas a las 9 de la mañana…

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