Memoria de pez

Dicen que los peces solo recuerdan durante unos segundos, y la verdad es que cada día me pasa a mí más, tanto, que empiezo a preocuparme.
Siempre he sido despistadilla, pero soy nieta de un enfermo de Alzheimer, además de agónica e hipocondríaca por naturaleza.
Es triste ver como una persona a la que quieres pierde la autonomía casi sin darte cuenta, empieza por olvidar las llaves y un día un vecino lo trae a casa porque lo ha encontrado en la otra punta del pueblo y no sabe volver, así hasta olvidar el nombre de tus hijos, agredir a tu esposa porque para ti es una extraña que intenta quitarte la ropa, y hasta que llega el momento en que no recuerdas masticar.
Parece fuerte, pero yo he visto a mi abuelo hacer muchas brutalidades en su demencia, y he visto a mi padre y mis tíos sufrir y a mi abuela dejarse la vida en cuidar de otra persona.
Yo no quiero que mis hijos me pregunten si me acuerdo de quien son, y lo que es más, que llegue el día en que ni siquiera lo pregunten ya, ni que se peguen años de noches en vela, ni olvidar caminar, ni olvidar reír, y no saber si lo que me como es un plátano o una calabaza, ni que me lleven en silla de ruedas a tomar el sol al porche, sin que yo ni siquiera note si hace sol o está nublado, yo no quiero que me tengan que lavar y quitar la ropa. Por eso, si un día me veo en esas...

De momento solo me disperso y pierdo las llaves y los papelicos, pero ando alerta, porque yo no quiero pasar por eso, porque en parte, ya lo he vivido…